Como todas las cosas, las fachadas de los edificios tienen una vida útil limitada. Con el tiempo, la influencia de factores meteorológicos o la degradación de los materiales utilizados hace indispensable la rehabilitación de fachadas. Reparar la fachada o mantenerla adecuadamente es un aspecto fundamental, pero lamentablemente suele retrasarse. Esto no solo se debe a su hermosa apariencia, sino también al ahorro de energía, la seguridad o la mejora de la calidad de vida de las personas que viven en estos edificios.

Qué hay que tener en cuenta para la rehabilitación de fachadas

Pero, ¿qué aspectos deben tenerse en cuenta a la hora de restaurar la fachada de una casa, edificio o local comercial? En IGPER, mencionaremos 5 razones por las que es hora de decidir comenzar a trabajar en nuestra fachada:

  1. Mejorar la estética del edificio: tener una apariencia elegante, estilizada y moderna, cambia su apariencia. Remodelarlo, como ventanas, puertas, quitar grietas o pintarlo aumentará el encanto de la casa, y por tanto, la comodidad cuando vivimos en el interior.
  2. Revalorización de la casa: Para que la casa se aprecie, es necesario cambiar no solo internamente sino también externamente. Preparar una casa para venderla en el futuro y aumentar su valor en el mercado es la mejor inversión. Por un lado, los potenciales compradores comentarán positivamente el buen estado del muro exterior.
  3. Reducción de los niveles de humedad: las humedades por filtraciones de agua o por condensación suelen deberse a una mala impermeabilización de los muros exteriores o directamente a que el edificio carezca de aislamiento. Por este motivo, la correcta rehabilitación de fachadas y el uso de buenos materiales conseguirá que estos daños desaparezcan o que su reaparición se retrase al máximo.
  4. Evitar costes extra: en este punto va como anillo al dedo el dicho “más vale prevenir que curar”. Y es que restaurar las fachadas de forma adecuada es esencial para no tener costes adicionales que no teníamos previstos. El mantenimiento es clave para aumentar la vida útil de las paredes exteriores y evitar daños futuros.
  5. Mejora de la eficiencia energética y el aislamiento térmico: si una fachada está en mal estado, esto sin duda afectará a la climatización de la vivienda. Si no se quiere incrementar el consumo energético refrigerando o calentando la vivienda, es necesario un correcto aislamiento térmico. Y es que una fachada aislada correctamente puede llegar a suponer un ahorro de hasta un 50% de la energía consumida.